A estas alturas del 2018, por donde voy escucho: “qué rápido ha pasado el año.” Coincido plenamente con quienes expresan esto, pero no puedo dejar de pensar en las responsabilidades que en los próximos meses debemos encarar aquellas personas que estamos involucrados con el cierre financiero de las entidades. Es en los próximos meses cuando probamos que tan bien preparados estamos las gerencias generales, contadores generales, auditores internos y auditores externos, para cumplir con la responsabilidad que los accionistas, directores, trabajadores y entidades de control nos han delegado y esperan que realicemos con debida diligencia.
En mi experiencia profesional de más de tres décadas, he observado que hay factores que pueden afectar la oportunidad del cierre y factores que debemos atender para garantizar la calidad de los estados financieros. En el primer grupo, se encuentran los retos que representan las nuevas Normas de Información Financiera -NIIF-, solicitud y recepción de informes de peritos, actuarios y asesores legales, y la aplicación adecuada de la legislación tributaria vigente. En el segundo grupo, se encuentran las características cualitativas fundamentales y las de mejora indicadas en el Marco Conceptual de las NIIF revisado, que publicó el IASB a fines de marzo del 2018. A continuación, me refiero a cada uno de estos grupos.
Factores que afectan la oportunidad del cierre
Respecto a nuevas NIIF, el año 2018 entraron en vigencia plena la NIIF 9 de Instrumentos financieros y la NIIF 15 de Ingresos de contratos con clientes. La primera norma plantea cambios en la presentación de los instrumentos financieros considerando el negocio de la entidad y el propósito para el que la entidad los tiene, y son estos elementos los que determinan como deben ser medidos; también se cambia el modelo para medir el deterioro pasando de un enfoque de pérdida incurrida a otro de pérdida esperada. La segunda norma requiere revisar los contratos celebrados con los clientes, identificar las obligaciones de desempeño, asignar el precio a éstas y reconocerlos cuando se pasan los riesgos y beneficios del bien o servicio. Estos son los temas individuales que las afectan; sin embargo, ambas plantean la potencial re expresión de los estados financieros del 2017, en caso de que el impacto del cambio sea material, para restablecer la comparabilidad. El 2018 también es año de transición a la NIIF 16 sobre arrendamientos. Esta norma puede afectar significativamente la contabilidad de los arrendatarios al exigírseles que contabilicen los derechos de arrendamiento al valor de las obligaciones contraídas medidas considerando el método de costo amortizado. Si bien es cierto que no se exige a las entidades que impacten sus estados financieros este año, las administraciones deben medirlo para revelarlo y registrarlo el 1.01.2019, una vez que se lo haya explicado a los socios o accionistas de la entidad y éstos hayan autorizado su registro. Para cerrar adecuadamente los estados financieros pueda ser que se requiera de informes de peritos que indiquen valores razonables de propiedades de inversión o de elementos de propiedad, planta y equipo. También puede requerirse de informes de actuarios para la determinación de los pasivos laborales relacionados con la jubilación patronal y desahucio. Estos trabajos deben solicitarse con suficiente anticipación, para recibir los resultados a tiempo y así poder entenderlos, discutirlos y registrarlos. Los cambios contables no son los únicos, también los hay de carácter tributario, y ambos deben ser entendidos en conjunto para precautelar que su aplicación no genere contingencias tributarias que podrían resultar costosas.
Factores que garantizan la calidad de los estados financieros
El marco conceptual de las NIIF revisado requiere que la información Financiera para ser considerada útil cumpla con características cualitativas fundamentales y características cualitativas de mejora. En relación a las primeras, se nos recuerda que la información financiera sea útil debe ser relevante y representar fielmente lo que pretende representar. En relación a las segundas, subraya que la comparabilidad, la verificabilidad, la oportunidad y la comprensibilidad son características cualitativas que aumentan la utilidad de la información que es relevante y proporciona una representación fiel de lo que pretende representar.
Todo lo indicado anteriormente nos advierte que estamos frente a un cierre anual particularmente complejo que requiere por eso mismo que nos preparemos en aspectos técnicos y administrativos apropiadamente para cumplirlo. Para ello, nuestros técnicos han preparado el seminario Cierre Fiscal 2018 en el que esperamos verlos.